RANDOM

RANDOM

CAMIONERAS O "TRAILERAS", SOLO CUESTIÓN DE "PERDER EL MIEDO"

6 de marzo de 2023


Desde México, Blanca nos cuenta su proceso de aprendizaje y nos transmite su amor por la profesión.

¿Cómo y cuándo decidiste dedicarte a conducir profesionalmente camiones?

Yo inicie trabajando para una empresa haciendo repartos de papas en las tiendas de autoservicio, con un vehículo de mediano porte de un máximo de 3 toneladas. Luego, en esa empresa hubo recorte de personal, nos liquidaron a todas las vendedoras en ese momento y pues... la opción que obtuve fue la de aprender a manejar un tráiler.

Entonces, tomé lo que fue mi curso de trailers, saqué mi licencia, ya de ahí ingresé a trabajar a otra empresa de forma temporal, un mes y medio, donde realizaba movimientos de carga y contenedores en trayectos cortos, de una nave a otra, pero me sirvió para practicar mi manejo, ya que reforcé las maniobras y lo relacionado con las distintas velocidades.

¿Cómo fue finalmente tu salida a las rutas?

Todo fue paso a paso. Luego de esta última experiencia, comencé a "tocar puertas" y llegué a otra empresa en la que trabajé durante seis meses, primero en Estados Unidos en lo que se denomina "yarda" o playa de contenedores, donde estuve moviendo cargas durante dos semanas.

Después, me regresaron a Tijuana donde ya salí a la ciudad, transportando cargas desde la playa de contenedores.

¿Cómo fue esa experiencia conduciendo camiones en la ciudad?

Fue un desafío, porque yo ya tenía la noción de circular en tráfico con un vehículo mediano, pero no es lo mismo un camión de tres toneladas que un trailer.

Al principio se me dificultó, dar las vueltas en las calles, las velocidades, no lo sabía yo muy bien y en ocasiones, en las subidas, se me apagaba el motor o perdía los cambios, situaciones así que me hicieron "sudar la gota gorda".

Qué importante el aprendiendo y probando paso a paso...

Sí, porque uno nunca termina de aprender, cada día aprendes algo nuevo en este medio. Pero después de uno o dos meses ya le tomas confianza al trailer, te sientes un poco más segura, y ya a los seis meses pude decir, "sabes qué, esto es lo mío".

¿Sentiste alguna vez incomodidad de trabajar en un sector donde todavía los hombres son gran mayoría?

Sinceramente no. He tenido suerte, porque he escuchado comentarios de otras compañeras que sí han batallado por ese tema, por el machismo.

Pero en mi caso, en las tres empresas en las que he estado conduciendo trailers he contado con el apoyo de los chicos, nunca me han hecho sentir menos por ser mujer, al contrario, he tenido la suerte de que me apoyaron ante cada dificultad que se me presentaba.

¿Y cuál es tu mirada sobre la participación de las mujeres en el sector en México?

Es cierto que todavía vemos pocas mujeres conductoras profesionales, pero ahora hay muchas que quieren aprender y que les ilusiona manejar un tractocamión. La verdad es que es una experiencia "tan padre", porque no es lo mismo mirarlo de abajo que mirarlo desde arriba.

Yo amo mi profesión, estoy contenta con lo que tengo, con lo que he aprendido, le doy gracias a Dios y ojalá a muchas mujeres se les dé la oportunidad de perder el miedo porque eso nada más, es perder el miedo.

¿Qué recomendaciones le darías a otras mujeres que están pensando dedicarse a esto?

Simple y sencillamente es perder el miedo, que se den la oportunidad de decir "sí lo puedo hacer" porque sí lo podemos hacer. Claro que nunca vamos a competir en fuerza con los hombres, porque sería un error pensar eso, pero sí tenemos la misma capacidad de poder trabajar en esto al igual que lo hacen ellos.

¿Has podido armonizar tu trabajo con tu vida personal?

Actualmente, en la empresa en la que estoy trabajando, transporto camionetas de la marca Toyota de Tijuana hacia los Estados Unidos. Y la verdad que sí, pues me da tiempo de disfrutar de mi familia. Además, siempre que tuve la necesidad de pedir algún permiso nunca tuve inconvenientes.

¿Y si te pidiera que me describas las cosas positivas y negativas de tu profesión?

Como negativo, en mi caso, batallo un poquito cuando se tienen que amarrar las camionetas con cadena porque soy "chaparrita", pero nada más que eso.

Por lo demás, no encuentro nada negativo, al contrario. De hecho, cuando entré en la empresa fue un reto para mí la verdad, porque soy la única mujer que trabaja en lo más pesado de ese trabajo. Pero asumí el reto y gracias a dios lo logré.

Ahora, mi próximo desafío es realizar viajes más largos.