En el marco de la presentación oficial de "El hambre del dragón. El plan de China para comerse al mundo", dialogamos con su autor, Agustín Barletti, quien nos compartió su mirada sobre el impacto presente y lo que se puede esperar a futuro, en relación a la influencia del gigante asiático en la dinámica del comercio exterior latinoamericano y la geopolítica.

¿Cómo las ambiciones de China podrían impactar en el comercio exterior latinoamericano?

Muy fuerte en la medida que China siga avanzando. Por ejemplo, en el caso de Argentina, lo que está haciendo China es comprar instalaciones donde se generan las materias primas que luego se exportan a dicho país.

En los últimos años, China pagó 2.800 millones de dólares para comprar COFCO, una de las más importantes terminales de procesamientos de granos, así como también compró Syngenta.

De esta forma, a medida que ellos compren la producción en origen van a manejar el precio de sus adquisiciones, y eso ya está pasando en Argentina, Brasil y Colombia, por ejemplo.

Entonces, si tenemos en cuenta que el tráfico de las exportaciones argentinas hacia China es de productos primarios, que ahora además incluyen el Litio y otros productos de la minería, nos vamos a encontrar con un problema más que serio.

¿Cuáles son las materias primas, insumos o productos claves en esta puja de poder global?

La soja es muy fuerte, desde el alimento que les dan a los animales hasta el aceite de soja.

En Argentina tenemos el polo de crushing de soja más grande del mundo, donde la procesamos, separamos, hacemos el aceite y luego lo exportamos.

China actualmente está armando las mismas plantas de procesamiento de soja pero en su país, con lo cual finalmente van a plantear no comprar más el aceite, sino comprar directamente la soja.

¿Cómo imagina que será la respuesta de occidente en relación al comercio internacional?

Durante muchos años occidente fue muy ingenuo, dejó avanzar a China notablemente. Yo veo que ha habido un freno de occidente muy grande y que ese freno está haciendo que China cada vez pueda avanzar menos.

¿China actúa sola o tiene uno o más socios en esta carrera por el liderazgo económico?

China actúa solo, absolutamente solo. Está mirando fenómenos, como el de la invasión de Rusia a Ucrania y su avance, porque ellos tienen mucho interés en conquistar Taiwán.

China considera a Taiwán como una provincia rebelde y quiere que vuelva a China, por eso Xi Jinping está mirando mucho a Putin y lo está ayudando. Porque en la medida que Putin avanza y logra conquistar Ucrania, puede ver ejemplos de las consecuencias que le podrían suceder, como las sanciones o medidas que se están imponiendo en contra de Rusia, por eso está siguiendo de cerca ese conflicto.

¿Cuándo el dragón satisfaga su hambre qué es lo que sucederá?

Yo confío en que nunca llegará ese día. Porque mi tesis al final del libro es una paradoja, donde China que quiere conquistar al mundo es un país totalmente cerrado, una dictadura, un lugar donde no hay libertar de expresión, no hay libertad de prensa, hay partido único, violación de derechos humanos y no hay elecciones.

Entonces, ese mismo sistema es el que va hacer que China nunca pueda saciar esa hambre que sería conquistar el mundo, porque no lo va a poder hacer. Porque conquistar un mundo en su mayor parte libre jamás podrá hacerlo un régimen autoritario.